Lo hacemos y ya vemos

Adoro la peli de “La llamada”,la de los Javis.

Un musical muy diferente a cualquier cosa que se hubiese hecho antes en España y con una canción preciosa de Leiva como banda sonora.

«Sentir la llamada» era un tópico muy común en mi infancia.Me crié en un colegio católico, sin ser nada de eso yo, así que las apariciones marianas, los milagros y los diálogos con dios,santos y ángeles eran temas de conversación tan normales como las capitales del mundo o las raíces cuadradas. Entraba todo en el mismo saco.

Escuché muchas charlas de misioneros que habían dedicado muchos años de su vida a trabajar en países en vías de desarrollo donde hacían una labor completamente altruista.

Y hablaban de «la llamada», un supuesto sentimiento que les llegaba de repente,a veces decían que era una voz interior que les decía que tenían que dedicar su vida a los demás.

En esa época no había móviles ni nada de nada,tengo más años que un árbol y si querías llamar te tocaba saberte el número fijo de la persona en cuestión. Y los de las criaturas celestiales no aparecían en las páginas amarillas.

Escucha fascinada esos relatos, siempre fui bastante cínica;pero era imposible escuchar a aquella gente y no tener esperanza en la bondad de los seres humanos.

Pero eso de «la llamada» no lo entendía. ¿Cómo que una llamada? ¿Cómo que una voz? ¿Y si alguien desde el más allá estaba intentando llamarme para saber lo que hacer con mi vida y yo no me daba cuenta?Me tenía preocupada ese tema con diez años.Siempre fui una niña rara.

Así que pillé a unos de las monjas,que en ese caso era encantadora, y le pregunté «Sor Estela» (nuestras monjas eran Sor,nunca las llamamos hermanas)¿Cómo supo usted que tenía que meterse a monja?

Y su respuesta fue «Sentí la llamada». La miré con los ojos muy grandes y la boca bien cerrada y dije un «¡Ah!»;pero por dentro pensaba «¡Joe, Dios llama a todo el mundo menos menos a mí!».

Me pasé muchos ratos en silencio intentando escuchar algo, esperando a que dios me llamara,me valía un arcángel o un ángel también,que sé que contactar con dios a lo mejor era más complicado.Pero nada,yo no oía nada.

Mi preocupación era que me estuviera hablando y yo no me diera cuenta,porque estaba demasiado entretenida viendo «El juego de la oca».

Pregunté de nuevo en el cole por el tema,esa vez a una profe de las normales,ni monja ni nada; alguien terrenal,alguien de las mías.

«¿Qué pasa si dios está intentando decirme algo y yo no lo oigo? ¿Cómo sé cuál es mi llamada?».La pobre me miró con pena,como diciendo,esta simplona por qué no se dedica a ver Heidi y ya está.

Pero en vez de mandarme a paseo,me miró con ternura y me dijo,«Eso se sabe».

Pues nada,yo nunca supe.

Supongo que es mi pregunta era tan absurda como cuando vas a dar la luz por primera vez y tienes miedo de que empiecen las contracciones y no darte cuenta. Te preguntas ¿Y cómo es una contracción? ¿Y si me vienen y no diferencio el dolor?

JAJAJAJAJAJAJAJA me río en mayúscula,negrita y subrayado.

Tranquila,bella flor,ya las notarás ya…

¡Ay,perdón,que me enrollo! Volvamos a la peli ¿vale?

Al terminar de ver «La llamada» me fijo en el nombre de la productora y es «Lo hacemos y ya vemos».

Me pareció una genialidad y decidí que iba a ser parte de cualquiera de mis proyectos. Me refiero a la filosofía que conlleva la frase,no a la productora de los Javis,¡Más quisiera yo conocer a los Javis!

«Lo hacemos y ya vemos» para mí significa que voy a ejecutar lo que me apetezca hacer siempre que esté a mi alcance, sin más.

Sin esperar al momento perfecto ni a tener las condiciones adecuadas.

Quiero hacer algo que está dentro de mi parámetro de acción, pues le pongo una fecha y me obligo a llevarlo a cabo sin retrasarlo.

Algo así como si esa fecha fuera un contrato con alguien,así no puedo autosabotearme y convencerme de que tampoco hace falta que lo haga ahora. Eso casi siempre lo dice mi miedo,que le encanta atrasarlo todo o relegar mis ilusiones al cubo de la basura.

Así que en ello estoy «lo hacemos y ya vemos», total ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Si tú también tiendes a sobrepensar y a retrasar los proyectos que te interesan por miedo,perfeccionismo, ego, la incertidumbre o la ansiedad o cualquier otro monstruo te animo a repetirte eso de «lo hacemos y ya vemos»,como si fuera una verdad absoluta.

Eso sí,con cordura,por favor,que no hace falta venderlo todo e irte al Tíbet,bueno, si es lo que quieres,a lo mejor sí.

En lo que te lo piensas te dejo unas recetas ricas,porque tomar decisiones con el estómago vacío no es bueno y no te va a llevar a ningún buen sitio.

Todas tienen en común que alimentan el alma.

Esta ensalada con productos deliciosos dará sentido a tu existencia.

Una caldereta de pescado de esas que te resucitan Pinchando aquí tienes la receta

Este estofado de setas es de esas recetas de meter todo en un caldero y listo.

Estos melocotones con ricotta es un postre o merienda y si me apuras,desayuno que se hace solo y está de rechupete.

¿Han sentido «la llamada» después de ver estos platos?

Publicado por aroaaleman

Hablo mucho y casi siempre de comida. Gordapapa profesional.

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