No sé decir que no

No sé decir que no Es una de las frases que más escucho. “No quería ir, porque estoy agotada, pero como ya dije que sí”, “total eso lo hago en diez minutos ¿Cómo le iba a decir que no?”,“es que solo pensar que tengo que decirle que no me pone nerviosa. Odio los conflictos. EsSigue leyendo «No sé decir que no»

Esta receta no te va a salir.

Pongo las tortitas de Carnaval todavía humeantes sobre el plato y empiezo a lanzar sobre ellas hilos de miel hasta que su superficie se torna brillante y pegajosa.  Cada uno pilla su ración y la pone sobre los platos blancos de postre que tanto me gustan.  Las parten con el tenedor y se zampan elSigue leyendo «Esta receta no te va a salir.»

Estas recetas no las has hecho.

Hay gente tibia. Huyan siempre de los tibios. Mucho se habla de eso “Líbreme dios de las aguas mansas,que de de las bravas ya me libro yo sola”;pero no te avisan de la gente tibia;esos que viven por vivir. Siempre están sumergidos en un pozo de quejas constantes,incluso cuando suceden las cosas que pidieron;aún asíSigue leyendo «Estas recetas no las has hecho.»

Si no está roto,no lo arregles.

Aparecí con aquel libro viejo,con la portada en color marrón totalmente desgastada Y al abrirlo para enseñar una de sus páginas a mi dormida audiencia; el lomo en el que se podía el leer en vertical el título cayó al suelo. «¿Pero cómo llevas eso así? Hay que pegarlo o se te va a terminarSigue leyendo «Si no está roto,no lo arregles.»

No corras,no vas a llegar.

No lo soporto, me pongo nerviosa cuando veo a alguien que le da a “saltar intro” cuando ve su serie favorita o cuando le da a x2 al audio de una amiga que le está contando un problema. ¿Por qué? ¿Dónde vas con tanta prisa? ¿Qué es tan importante? Las cabeceras de las series tienenSigue leyendo «No corras,no vas a llegar.»

¡Qué coniiiio hago yo de comer!

Saben cuando se sientan en el sillón y se preguntan eso de ¿Y qué narices preparo yo esta semana de comer? Pues lo único a lo que aspiro en la vida es que justo en esos momentos se acuerden de mi web y piensen “Voy a pasarme por la página de Aroa para ver siSigue leyendo «¡Qué coniiiio hago yo de comer!»

Cuesta abajo ¡No hay nada como el hogar!

Adoro bajar esa cuesta, es tan empinada que parece que los frenos del coche te van a pedir un descanso; pero ¡Qué vistas! Es obvio que hay otros caminos para volver a mi barrio, sin embargo terminado, de manera casi automática convenciéndome de que por ahí el paseo es más tranquilo y más rápido. ConducirSigue leyendo «Cuesta abajo ¡No hay nada como el hogar!»

¡Agüita salá!

Tití Mari era muy bajita, su pelo era fino, por último lo llevó con sus canas blancas, tenía los ojos redondos y brillantes y era muy valiente. Fue madre soltera en los sesenta, trabajó sirviendo y nunca la vi de mal humor ni enfadada con el mundo. Le encantaba vivir y su alegría era contagiosa.Sigue leyendo «¡Agüita salá!»