Me topé con esta foto de Mr Leacock, un ingeniero inglés considerado el primer exportador de plátanos de Canarias, si no sabes nada sobre él, te animo a buscar información fue una figura fundamental, junto a su padre, en el resurgimiento económico agrícola del norte de Gran Canaria. Tuvo una vida muy interesante y parte de su legado sigue presente en esta isla que tanto amó.
Pero no quiero hablar de eso, ahora no, quiero hablar de esta foto.
En la imagen aparece con su primera mujer, Jessie, sentados en esas sillas de mimbre que me dan tanta alergia.La mujer mira a la cámara con media sonrisa y el pelo suelto, de fondo esa monstera tan bonita, tan cuidada, tan adecuada justo para ese rincón. Él aparece limpiando un objeto en mi cabezas son unos prismáticos, pero a saber…
La foto está hecha en los años 30 del siglo pasado, en su casa de Becerril, en Guía. En ese hogar llegaron a recibir luego a Bertrand Russell, premio Nobel de Literatura 1950.
Se me van los ojos al suelo,esos suelos,tan elegantes como difíciles de mantener, mira, como yo, elegante y difícil de mantener.
Me he pasado veinte minutos imaginando el resto de la casa y en el dinero que tenían que tener para, en aquella época, poder permitirse una foto tan desenfadada, en eso también pienso. Y en que a la guiri se le ven las medias cortas, tipo calcetín con las sandalias ¡Qué ternura!
Todo lo que he leído sobre Mr Leacock coincido en que sentía adoración por su primera mujer y que su muerte lo dejó desolado.
Fantaseo con que el día que tomaron la instantánea, seguro que era un sábado a media tarde, ya habrían tomado el té y seguro que era septiembre. ¿Beberían té o café? Seguro que té por la tarde y café por la mañana. Me encanta inventar vidas.
Mi mente enferma y gordapapa ha tenido que buscar información sobre qué comía esta gente siendo ingleses afincandos en Canarias, pero, claro, al leer los datos me quedó claro que el señor pasó tanto tiempo aquí, que se aclimató, pero bien.
Esto es lo que dicen las crónicas sobre la alimentación de Mr Leacock.
“Era de hábitos gastronómicos austeros y sanos. Potaje de veduras con gofio a menudo en el almuerzo, y para cenar ensaladas, que alguna vez orillaba para dar cuenta de una escudilla de leche de cabra con gofio, alimento básico de las familias canarias con penurias económicas en aquellos años, antes de irse a la cama”.
Y ahora ya no hay quien me saque de ese momento y ese lugar. Ahora estoy en Becerril, Guía, Gran Canaria, en los años 30, solo quiero hablar de verduras y mirar decoración de estilo colonial y hablar con acento inglés.
Voy a buscar música de los años 30 mientras decido cuál de estas recetas llenas de verdura preparo esta semana.
Estas habichuelas con uvas y queso azul te van a hacer soñar.
Unas berenjenas con chutney de mango y chalotas muy sabrosas y que te vale de platos único o como guarnición.
Los buñuelos de zanahoria y calabacín son geniales para aprovechar esas verduras que están desoladas en la nevera y que están a un paso de la defunción.
Tacos con proteína de guisantes si no encuentras proteínas de guisantes los puedes hacer con soja texturizada,quedan geniales de todas formas. Y si comes carne,puedes hacerlos con ternera o pollo picado.
Hummus de remolacha para sorprender en casa, ese rosa Barbie es inolvidable y si te sobra te puedes hacer unos sandwiches vegetales increíbles. Ya sé lo que están pensando que lo quiero arreglar todo con un sandwich. Y la respuesta es sí, así es.
No las voy a dejar sin dulce, que luego las golosas se enfadan conmigo.
¿Qué les parecen estos flanes de mascarpone?
Disfruten de la semana y recuerden que esa gente de los años 30 también pensaba que sus problemas eran importantísimos.
No se tomen la vida muy en serio, total,no van a salir vivos de ella.
aroaaleman 